La Unión Europea está debatiendo una polémica propuesta que podría obligar a servicios como WhatsApp, Telegram o Signal a escanear los mensajes que enviamos —incluso aquellos protegidos con cifrado de extremo a extremo. A pesar de que la idea se presenta como una medida para combatir el abuso infantil, los críticos la advierten como una forma de vigilancia masiva que podría comprometer la privacidad de todos.
¿Qué está ocurriendo ahora?
En este momento (29 de septiembre de 2025), los embajadores de los países miembros de la UE se reúnen en Bruselas para decidir su postura ante esta normativa destinada a revisar el contenido de las comunicaciones digitales. Si se alcanza un consenso suficiente, el asunto será llevado al Consejo de Ministros de Justicia e Interior en octubre para su votación.
Aunque no se espera que hoy se apruebe definitivamente el proyecto, lo que se decida ahora puede marcar el rumbo de futuras negociaciones.
¿Cuál es el origen de esta reforma?
La idea comenzó en mayo de 2022 cuando la Comisión Europea propuso que las plataformas de mensajería y correo (como WhatsApp o Gmail) debieran escanear mensajes, imágenes, audios y vídeos en busca de contenido ilegal. Pero esto generó alarma entre expertos en privacidad, pues implicaría debilitar el cifrado usado para garantizar comunicaciones privadas.
La propuesta recibió más de un 80 % de opiniones en contra durante una consulta pública, especialmente en lo que respecta a los mensajes cifrados. En respuesta, en junio de 2024 se revisó el proyecto eliminando la obligación de escanear textos y audios, y limitándolo a fotos, vídeos y enlaces. También se introdujo que los usuarios deberían dar su consentimiento para este escaneo previo.
Sin embargo, los críticos sostienen que, incluso con esas modificaciones, la puerta trasera para vulnerar el cifrado sigue existiendo.
Quién apoya y quién rechaza la medida.
Los países que respaldan el plan incluyen España, Francia, Italia, Portugal, Hungría, Croacia, Malta, entre otros. Su postura es que las autoridades necesitan herramientas más potentes para combatir los delitos sexuales en la red.
Por otro lado, países como Austria, Alemania, Bélgica, Países Bajos, Polonia y República Checa se oponen frontalmente, argumentando que el secreto de las comunicaciones es un derecho fundamental que no puede ser vulnerado.
Además, algunos estados (Grecia, Rumanía, Estonia, Eslovenia) aún no han definido su posición definitiva, lo cual podría desequilibrar la votación final.
¿Qué implicaciones tendría para ti?
Si la normativa prospera:
- Las aplicaciones de mensajería y correo podrían verse obligadas a implementar escáneres automáticos sobre tus archivos y enlaces, incluso en chats privados.
- La privacidad quedaría comprometida: tus mensajes ya no estarían completamente protegidos.
- La seguridad se vería afectada: abrir el cifrado puede permitir que actores maliciosos exploten esas vulnerabilidades.
- Podrían producirse “falsos positivos” (contenidos legítimos marcados como ilegales) al usar inteligencia artificial en la revisión automática.
España y la posición nacional.
España se encuentra entre los países que apoyan la medida. El Ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha defendido que es “imperativo” que las autoridades puedan analizar estos datos.
Pero hay quienes señalan que el artículo 18 de la Constitución garantiza el secreto de las comunicaciones, salvo autorización judicial. Esto podría generar disputas legales si se implementa Chat Control.
¿Qué sigue ahora?
Si los embajadores alcanzan hoy un acuerdo, el siguiente paso será debatir el texto en el Consejo de Ministros de Justicia e Interior en octubre. Si no, las negociaciones continuarán y el proyecto podría quedar congelado nuevamente.
La decisión que se adopte será clave para la privacidad de millones de europeos y determinará el futuro del cifrado de nuestras conversaciones.


